Sagitario "Yo Veo"
Noviembre 22 - Diciembre 21
Signo mutable de fuego regido por Júpiter, es la representación de lo sagrado, lo solemne y trascendental, es la sabiduría intrínseca y perenne que se interpreta subjetivamente en la visión de cada quien siendo al mismo tiempo un entendimiento universal. Es en este episodio de 30 días cuando la luz se inmersa en la predominante oscuridad cuando el otoño cambia a invierno y el tiempo inspira a preguntarnos cuestiones más profundas de la vida y darnos cuenta lo cierto que es cuando dicen que es de sabios cambiar de opinión.
La energía de esta fase es la expansión de nuestra consciencia pasando de nuestra limitada animalidad hacia nuestra infinita divinidad, es aquí cuando superamos nuestro drama interior al encontrar nuestra verdad personal, cuando conquistamos nuestra visión, desarrollamos nuestra filosofía, definimos nuestro sistema de creencias, erigimos el hito de nuestra fe, es ahora cuando todo tiene sentido, cuando sabemos de dónde venimos, quienes somos y hacia donde vamos.
En el humano esta influencia se manifiesta con una tendencia contundente hacia el progreso, una actitud positiva que observa fijamente a la siguiente frontera de prosperidad, su flecha siempre apunta hacia adelante y hacia arriba, pensando siempre a lo grande, en positivo, anhelando el mejor futuro, con gran capacidad visionaria y una dedicación ritual a la misión propia, que tal vez no tenga razón de ser ante los demás, sin embargo no se trata de otra cosa más que de vivir en congruencia con la verdad personal. Es la enseñanza que nos hace comprender que si quieres creer en algo, has de creer en ti mismo.
En la rueda del desarrollo zodiacal nos habla de una etapa adulta madura, cuando tenemos la avidez por entendimientos trascendentales y tenemos la capacidad de encontrar a nuestra verdad en cualquier camino de la vida, ya sea en lo religioso, lo académico, lo esotérico, lo cultural, lo mundano y mucho más.
Se trata de una etapa llena de plenitud donde al iluminarnos vamos volviéndonos cada vez más libres, más felices de comprender el por qué tuvimos qué pasar por tanto y podemos agradecer haberlo dejado atrás mientras nos dirigimos sin parar siempre a un lugar más afortunado donde invariablemente nuestra dicha solo continuará creciendo.
En el cerebro triurno esta energía está regida por el sistema límbico, el cerebro mamífero que nos faculta para vincular y relacionar, es nuestro centro de operaciones asociativas. Gracias a este mecanismo somos capaces de integrarnos a cualquier orden necesario con la capacidad de discriminar entre lo que ha de ser eliminado y adoptado según sea la exigencia de cada circunstancia.
Sagitario es el arquetipo del Maestro, dueño de su propio entendimiento, listo para compartirlo con quien esté preparado para obtenerlo. Es la mente superior que ha logrado la maestría de su propio camino y ahora tiene licencia para enseñarte la manera en la que se ha superado a sí mismo, es el fuego filosofal, meditativo y ceremonial que brilla no para que le sigas sino para que con su luz ilumine tu propio camino y puedas ver hacia donde debes dirigirte para llegar a descubrir tu verdad propia.